Cada vez más el concepto de “bienestar personal” ha cobrado mayor importancia en la vida de las personas. Está presente en todos los aspectos de la vida cotidiana, en la publicidad y en los productos cotidianos. Desde lo que comemos, hasta la ropa que vestimos e incluso en el lugar donde trabajamos.
Cada vez tomamos más decisiones enfocadas a mejorar nuestro bienestar físico y mental. Además, el concepto bienestar ya no es solo una intuición, ahora podemos medir cada paso, cada caloría y cada minuto de sueño reparador para verificar nuestro nivel de salud.
“Nos hemos convertido en atletas cotidianos enganchados a la tecnología para rastrear cada uno de nuestros movimientos y cómo estos afectan a nuestra salud. Este movimiento no se detiene aquí, si no que también llega a la puerta de nuestras oficinas o lugares de trabajo”
De este bienestar nace la necesidad de “cuantificarnos” a nosotros mismos y esto se percibe en la tecnología que usamos: nuestros teléfonos móviles, electrodomésticos o vestimenta.