La percepción sobre el lugar de trabajo ha cambiado. De los ejecutivos encuestados por Ernst & Young, solo un número muy reducido de empresas ha indicado que el 90% o más de sus empleados ha vuelto a la oficina.
En consecuencia, el público al que se dirigen los arrendamientos de oficinas ha cambiado. Los inquilinos se han replanteado sus necesidades de espacio y calidad y han empezado a cambiarse de edificios de clase B y C a instalaciones de clase A. Dado que existen alternativas de alta calidad, los edificios antiguos que carecen de comodidades o que tienen iluminación fluorescente antigua o sistemas de ventilación deficientes tendrán dificultades para atraer y retener inquilinos.
El cambio en el público objetivo también incluye a las empresas que buscan un enfoque centrado en la oficina. Las grandes empresas financieras, tecnológicas y de servicios profesionales tienen más probabilidades de optar por un lugar de trabajo híbrido o que dé prioridad a las oficinas. Los administradores de fincas que deseen atraer a esta nueva clientela deben prever cómo satisfacer las necesidades de los profesionales que prestan servicios de cara al cliente.
Sin duda, las expectativas de los inquilinos en cuanto a comodidad, seguridad y ubicación no han cambiado. Sencillamente, son las preferencias las que han cambiado. Los valores, los estilos de vida y la comodidad son prioridades para los futuros inquilinos, que son más conscientes de su impacto en el medio ambiente y desean contribuir a la sociedad. Con la comodidad redefinida a través de la conectividad, los ordenadores portátiles, los teléfonos inteligentes, las aplicaciones y otras tecnologías, los inquilinos quieren tener acceso a portales y aplicaciones que les permitan controlar la iluminación, la ventilación, la calefacción y la refrigeración de cada espacio de oficina.
Gestionar todos los cambios del mercado inmobiliario comercial es difícil. Aunque los arrendamientos totales cayeron durante 2022, la época más difícil está por llegar. Debido a la naturaleza a largo plazo de los ciclos de arrendamiento, los mayores descensos se producirán en 2024 y 2025. Para los administradores, la perspectiva de un mayor descenso de los arrendamientos debería fomentar la búsqueda de soluciones innovadoras y entornos de oficinas flexibles que se puedan adaptar a las distintas necesidades.