La COVID-19 ha sido el mayor problema de seguridad laboral en la historia reciente, pero no es el único. La seguridad es crucial en los entornos industriales, y el bienestar de los trabajadores ha sido un problema en la industria durante años, antes de que surgiera la crisis sanitaria a principios de 2020. Sencillamente, la reducción del número y la gravedad de los accidentes es una de las responsabilidades más importantes a las que se enfrenta la directiva de un almacén.
La iluminación desempeña un papel fundamental en la salvaguarda de la seguridad del almacén en condiciones normales de funcionamiento, día tras día, mes tras mes, año tras año. No en vano, los atributos de iluminación que fomentan la seguridad también hacen que los trabajadores sean más productivos, y ser productivo contribuye a su vez a la felicidad y la satisfacción del personal.
La cualidad clave más obvia de la iluminación es que esta sea suficiente, pero otras cualidades importantes son la uniformidad, que minimiza las sombras y las variaciones de la luminosidad percibida capaces de provocar confusiones; la ausencia de deslumbramiento o parpadeo, que pueden provocar fatiga ocular, dolores de cabeza y otros efectos nocivos tras una exposición prolongada; y una alta reproducción cromática, que es especialmente importante en los almacenes donde se usan códigos de color u otros esquemas basados en el color para organizar el inventario.
Aumentar los niveles de luz en 200 lux (algo menos de 19 velas) en el suelo redujo los accidentes en un 14 % en una empresa internacional de logística. En otra empresa los accidentes se redujeron un 60 % tras la implantación de iluminación mediante LED que permitía ver los riesgos mejor. En la misma empresa también se consiguió un aumento del 6 % en el rendimiento gracias al mayor estado de alerta de los empleados.
Estas son algunas de las ventajas relacionadas con la seguridad y el bienestar que un sistema de iluminación bien diseñado puede ofrecer sin ni siquiera implementar capacidades inteligentes, pero los controles inteligentes basados en software facilitan mucho el ajuste de los niveles de luz en las zonas en las que los datos indican que el nivel de luz es insuficiente. Además, los datos históricos recogidos a través de un sistema de iluminación conectada, tanto sobre el espacio iluminado como sobre las propias operaciones del sistema, pueden brindar a los directivos de los almacenes información valiosa sobre la correlación de la iluminación con el rendimiento y la seguridad, ofreciendo la información necesaria para llevar a cabo mejoras importantes en las operaciones y el bienestar de los empleados.
La iluminación bioadaptativa, o circadiana, lleva el bienestar de los trabajadores un paso más allá. La iluminación bioadaptativa utiliza programas o "recetas" de iluminación basados en la evidencia para favorecer el buen funcionamiento del ciclo circadiano humano, el "reloj" biológico innato que regula el ciclo de sueño y vigilia y que tiene un profundo efecto en el estado de ánimo, el estado de alerta, la relajación y otros elementos importantes de la salud humana.
Un sistema de iluminación bioadaptativa puede programarse para que proporcione más luz azul a primera hora de la mañana o al principio de un turno, por ejemplo, para favorecer el máximo estado de alerta entre los trabajadores. Después, puede reducir los niveles de luz azul a medida que anochece o hacia el final de un turno, contribuyendo a la transición a un estado más tranquilo propicio para la relajación y un buen sueño nocturno.
Esta iluminación bioadaptativa tiene aplicaciones evidentes en los entornos de almacén que no reciben luz natural, ya que mantiene a los trabajadores en sintonía con los ritmos circadianos, esenciales para un alto rendimiento en el trabajo y un descanso suficiente en casa. Los sistemas de iluminación inteligente también pueden adaptarse a otras condiciones, respaldando la productividad y la salud de otras maneras.
Por ejemplo, en un almacén con claraboyas u otras fuentes de luz natural, un sistema de iluminación inteligente puede utilizar sensores de luz diurna para aumentar los niveles de luz a fin de compensar la nubosidad. O podría ofrecer distintos niveles de luz o temperatura de color para diferentes tipos de tareas en diferentes situaciones, para facilitar el trabajo a empleados de distintos grupos de edad o con diferentes capacidades físicas, por ejemplo.
Los sistemas de iluminación inteligente también pueden ajustarse automáticamente a situaciones específicas de la propia instalación. Un pasillo del almacén casi vacío puede requerir más luz para iluminar sus estanterías y bahías en sombra que el pasillo cuando está lleno de mercancía. Un pequeño detalle, sin duda, pero muchos de esos pequeños detalles en conjunto pueden tener un efecto medible en la comodidad y la seguridad de los trabajadores.