El cuerpo humano tiene muchos sistemas fascinantes que funcionan sin que seamos conscientes de ellos. Uno de los más importantes es el ritmo circadiano. Se trata de un "reloj" interno de 24 horas que rige el ciclo de sueño/vigilia. Este se ve muy influido por la luz y es un aspecto vital para la salud física y mental del ser humano.
Si alguna vez has sufrido jet lag o trastorno afectivo estacional, entenderás lo que se siente cuando se altera el ritmo circadiano. Parece que no puedes dormir bien por la noche y durante el día experimentas lentitud, confusión mental y una sensación general de malestar.
Afortunadamente, el jet lag desaparece pasados unos días y empiezas a sentirte mejor. Esto significa que tu "reloj corporal" se ha reajustado a la zona horaria actual y tu ritmo circadiano está más o menos alineado con las 24h del día, independientemente de la parte del mundo en la que te encuentres.
Quizás no lo sepas, pero la luz desempeña un papel fundamental en la regulación del reloj corporal de las personas. El tipo y la intensidad de luz adecuados a la hora correcta del día mantienen el ritmo circadiano correctamente alineado. En cambio, un tipo e intensidad de luz incorrectos pueden causar estragos.
Lo cierto es que no es necesario tener jet lag para experimentar sus síntomas. Los personas que trabajan en oficinas pasan el 90 % de su tiempo en espacios cerrados por lo que suelen experimentar lentitud y confusión mental, no exactamente porque no pasen suficiente tiempo al aire libre, sino porque no reciben la luz adecuada en el momento adecuado