Los hoteles que adoptan controles inteligentes, conectados con el Internet de las Cosas (IoT) pueden disfrutar de importantes ventajas: una mejora en la experiencia de los huéspedes, una gestión fiable de la energía e información, así como de datos en tiempo real que contribuyen a mejorar la eficiencia operativa.
Los controles inteligentes son más eficaces cuando se implantan en las instalaciones con una integración completa en las operaciones y la tecnología del hotel, pero para los hoteles existentes puede que no sea posible conectar todo o todas las áreas de una sola vez. Entonces, ¿por dónde puede empezar un hotel y qué ventajas aporta a su equipo cada parte del ecosistema operativo?
Estas son algunas de las cualidades que los directores de hotel deben tener en cuenta a la hora de crear sistemas conectados basados en IoT para las habitaciones inteligentes, suites y zonas públicas de sus establecimientos.
En los hoteles de nueva construcción, la obra brinda una oportunidad ideal para disponer de la infraestructura adecuada desde el principio. En el caso de las instalaciones existentes, las mejores soluciones son las que facilitan el inicio en una zona concreta y el crecimiento posterior a medida que se añaden o renuevan zonas en el futuro.
Por ejemplo, en el caso de la iluminación y los controles inteligentes: un sistema puede empezar en cualquier zona, un restaurante, un ala determinada del edificio o incluso habitación por habitación conforme se van añadiendo o renovando. Los sistemas pueden utilizar la infraestructura informática y la tecnología hotelera existente, estableciendo una conexión cifrada de extremo a extremo para sincronizar los datos con un servidor central.
Para maximizar las ventajas y la facilidad de uso de un sistema conectado, así como para garantizar la flexibilidad futura, conviene plantear la escalabilidad como algo que va más allá del tamaño total de las instalaciones:
Los dispositivos en la habitación, como tabletas y TV por IP, o la posibilidad de que los huéspedes usen sus propios dispositivos con aplicaciones del hotel, ofrecen una conexión cada vez más flexible entre el cliente y el hotel.
Las sofisticadas interfaces de usuario permiten mucho más que las interacciones tradicionales. A los huéspedes con conocimientos digitales les encanta la sencillez del check-in automático y las llaves digitales, que les permiten prescindir por completo de pasar por la recepción.
Los hoteles del futuro también pueden aprovechar las tabletas y las aplicaciones para digitalizar sus folletos de habitaciones, poniendo en línea la información local y del hotel, así como los menús del servicio de habitaciones y del spa, para ahorrarse los costes y el derroche que supone actualizar periódicamente la información en soporte físico. Los estudios han demostrado que los clientes no solo son más propensos a usar el servicio de habitaciones cuando pueden hacerlo ellos mismos, sino que el valor medio de los pedidos también aumenta gracias a la facilidad y la tentación que supone añadir extras como bebidas y postres.
Los controles de habitación también pueden integrarse a la perfección, permitiendo a los huéspedes un control más detallado de sus habitaciones inteligentes de forma local o desde un dispositivo móvil mientras están fuera. Un huésped que se olvida de desactivar el sistema "No molestar" antes de marcharse puede hacerlo fácilmente a distancia, mientras que los que regresan pueden calentar o refrescar la habitación antes de su llegada.
El uso de asistentes digitales de voz o chatbots también mejora la comodidad de los huéspedes. Las recientes mejoras en el procesamiento del lenguaje natural permiten hacer peticiones de muchas maneras y en distintos idiomas. Mientras que antes era necesario aprender un comando específico, ahora los huéspedes pueden simplemente preguntar "¿Hace frío aquí?" para que el sistema entienda que se refieren a las condiciones ambientales, ofreciéndose automáticamente a aumentar la temperatura en nombre del huésped.
La interoperabilidad es crucial para el funcionamiento de un ecosistema operativo. Los componentes de un ecosistema deben distribuir datos e información de forma segura y en tiempo real a través de integraciones nativas y API’s.
La información basada en datos puede traducirse rápidamente en beneficios reales a través de un ecosistema, permitiendo a los gestores desplegar y priorizar equipos de la manera más eficiente y, a su vez, ayudando a ofrecer un servicio fantástico a los clientes.
Tanto si los controles conectados reciben datos como si los facilitan, existen múltiples áreas en las que la integración aporta un valor instantáneo al hotel del futuro: