Los servicios facilitados por datos están en auge y transforman nuestra forma de vida.
Vivimos una época fascinante. En los negocios, la posibilidad de extraer valor estratégico de los datos marca la diferencia entre ganadores y perdedores. En los edificios, los entornos donde trabajamos y hacemos nuestras compras utilizan los datos que aportan los sistemas de IoT para optimizar distintas opciones. En las ciudades de todo el mundo, los responsables de la planificación urbana utilizan servicios facilitados por datos para impulsar la eficiencia, solucionar problemas recurrentes y, en general, mejorar la vida de sus habitantes.
Estos son algunos ejemplos concretos y sorprendentes de los cambios que está impulsando la tecnología basada en datos en algunos ámbitos.
Visión clara en túneles
Un aspecto curioso de la rápida evolución de los servicios basados en datos es que solemos acceder a ellos mediante tecnologías avanzadas que damos por sentadas o, incluso, sin saber que las estamos utilizando.
Tomemos, por ejemplo, los sistemas de alumbrado público. Hacen posible la conectividad que permite que los puntos de luz de toda la ciudad envíen datos sobre sí mismos y formen parte del Internet of Things (IoT). Estos puntos de luz conectados llevan incorporados sensores e inteligencia para recopilar datos (sobre su funcionamiento y sobre el entorno que iluminan) y compartirlos. El aprendizaje automático y otras formas de análisis de datos permiten que un sistema de iluminación inteligente proporcione a los responsables urbanos información sobre los habitantes: dónde se congregan, dónde aparcan, cómo conducen, cuándo van y vienen, etc. Así, se pueden configurar las luces de modo que su intensidad baje automáticamente cuando las calles estén vacías o regular el nivel y tipo de luz en un parque para convertirlo en lugar de paseo favorito por la noche.
Pero la inteligencia de la iluminación conectada puede ir mucho más allá. Puede prestar muy diversos servicios ajenos a la luz.
Tomemos algo que los conductores suelen hacer sin pensar en ello: pasar por los túneles. Un accidente dentro de un túnel largo puede impedir la circulación con resultados desastrosos. Puede resultar especialmente peligroso si se vierten productos químicos peligrosos.
En cambio, si hemos equipado el sistema de iluminación conectada del túnel con los sensores apropiados, estos alertarán de inmediato a los servicios de emergencia. No solo informarán del accidente, sino también del vertido del contenido cáustico de un camión cisterna. Así, se propicia una respuesta rápida, segura y apropiada.
El uso a gran escala de sensores en los sistemas de iluminación conectada de las ciudades también puede ayudar a la labor policial. Por ejemplo, pueden detectar la ubicación donde se ha disparado un arma y generar al instante una alerta de emergencia para que la policía acuda sin perder un instante.