Una buena iluminación en el hotel puede ser el complemento perfecto al diseño interior, proporcionando a los clientes un mayor confort tanto si están descansando como trabajando. Cuando se combina con controles de habitación inteligentes, la iluminación LED permite mejorar la experiencia de los usuarios desde el momento en que llegan a la habitación. No hay nada que dé una mejor primera impresión que una bienvenida perfectamente presentada: la iluminación ajustada a la hora del día, la habitación a la temperatura idónea para un confort óptimo y las cortinas que se abren automáticamente al entrar para enmarcar una hermosa vista de la ciudad o la playa.
Una vez dentro, ya sea a través un teclado o desde una interfaz de última generación en el televisor, la tablet o una aplicación, los clientes pueden tener el control total de su espacio gracias a la automatización de las habitaciones. En función del nivel del hotel, se pueden crear escenas de iluminación con grupos de circuitos conmutados o una regulación suave. Los turistas pueden acceder a una escena basada en un ambiente o una actividad con solo pulsar un botón.
Para los entornos más envolventes, la iluminación en el hotel se puede mejorar con un control de blancos ajustable, no solo a través de la regulación, sino también ajustando la luz para que parezca más cálida o más fría. Imaginemos una escena de iluminación de trabajo que no solo aporte una luz más brillante y enfocada al escritorio, sino también una luz blanca más fría y nítida que mejore la concentración. O, a la inversa, cuando un cliente se está preparando para descansar o para ver una película al final del día, una escena de relax que no solo sea más tenue, sino que también tenga una sensación suave y cálida para contribuir al descanso.
En el exterior, la iluminación del hotel también puede crear un ambiente especial. Una iluminación bien diseñada puede realzar la belleza del paisaje, las cenas al aire libre en la terraza o ayudar a los turistas a orientarse con seguridad cuando estén volviendo a su habitación o villa, todo ello sin crear una dispersión de luz no deseada que pueda molestar a otros huéspedes.
Los controles inteligentes pueden gestionar fácilmente transiciones fluidas a lo largo del día, ya sea vinculadas a diferentes ajustes o a las horas de apertura de las instalaciones, o siguiendo automáticamente la salida y la puesta del sol. Permiten crear fácilmente distintos estados no solo de la iluminación en el hotel, sino también de la electricidad, la climatización, las cortinas y los ventiladores. Este tipo de funciones pueden contribuir a que los visitantes se sientan cómodos, seguros y bien atendidos en cualquier lugar del establecimiento.