La ciudad de los Angeles quería explorar nuevos proyectos de ciudad inteligente que le permitiesen extraer más valor a partir de su infraestructura de iluminación conectada. El proyecto piloto consiste en añadir sensores a las farolas y adoptar un enfoque de sistema abierto de la supervisión ambiental.
La iniciativa demuestra que una infraestructura de alumbrado público conectado puede servir de base para desarrollar una amplia variedad de aplicaciones inteligentes que hagan de nuestras ciudades un lugar más eficiente y mejor donde vivir.