Construida originalmente en 937 y reconstruida en varias ocasiones, la Ciudadela de Namur (Bélgica) ocupa desde hace siglos una posición defensiva estratégica en la ciudad, capital de la Valonia. Además de reducir los costos operativos, el ayuntamiento de Namur quería atraer a sus habitantes y turistas con una iluminación nocturna espectacular de la Ciudadela.